viernes, 1 de enero de 2016

PRIMER DÍA DE 2016

Amanece el nuevo año. Anoche cenamos muy rico y tomamos champán y miramos los fuegos artificiales de la torre Entel, desde el balcón y después de los abrazos. Sin duda este año que recién pasó tuvo, en su final, algo muy hermoso: Llamé por teléfono a mis amigos de juventud y todos me recibieron con mucha alegría lo que a mí me llena de emociones desconocidas. Tal vez este nuevo año sea el año de las amistades y de no volver a sentirme solo. Me gustaría un verano lindo, un otoño para disfrutar con la caída de las hojas, un invierno para dedicarse a la reflexión y una primavera con Fiestas Patrias muy alegres. Con una salud buena y ganas de amar a todo el mundo. Un año que se prolongue hasta donde quiera y donde yo pueda vivir en paz. ¿Será mucho pedir, eso?