martes, 20 de junio de 2017

A MITAD DE JUNIO

Hoy me sucede que veo mi encierro como una liberación. Entonces me sucede que quiero ir, de un lado a otro, haciendo lo de antes. Necesito para eso sólo la posibilidad de intentarlo y esa posibilidad aparece pequeña pero aparece y debo agradecerla como corresponde. Hoy me sucede, sin que yo tenga nada que ver, que los viejos amigos se asoman detrás de las posibilidades que comienzan a finales de la próxima semana. Nada es igual pero se parece. Mi país ha sufrido violentos ataques de la naturaleza y avisan que a finales de esta semana viene otro frente de mal tiempo. ¿Qué vamos a hacer? El orgullo y el narcicismo del hombre no sirven para nada ante estos embates y no queda más que lamentarse y culpar a alguien de lo que nos pasa. Hemos hecho las cosas mal y basta un par de días de lluvia para inundarnos y perder todo lo conseguido durante una vida de trabajo. Intenté ayudar a mi vecino pero no pude hacer nada. Está empezando el invierno y yo quiero ayudar... ¿Has visto a mi hija?...
Eso.