Hoy no me sucede mucho. Estoy como en el limbo pero mañana
será domingo y la marea me traerá muchas cosas y noticias. ¡A lo mejor tengo
noticias! y si abro el correo me las voy a encontrar. El mundo no se ha
detenido porque yo estoy en el limbo y continúa con sus cosas. En mi país lo más
trascendental que ha ocurrido es que Argentina nos ganó dos a uno, en el fútbol, que parece que
es lo único que le importa a la gente. Mataron a alguno, se accidentaron otros
y yo sigo aquí, en mi guarida, donde tengo un montón de libros para leer y
estoy enfrascado en uno que se llama “El caballo Rojo” (es un tremendo librote
que compré porque estaba en el escaparate de una librería y yo escribí un
cuento corto cuando era chico que se llamaba así, de modo que entré y lo compré).
El tema es de la segunda guerra mundial, de modo que, en ese tiempo, no había televisión,
celulares ni esas cosas.
No sé qué hacen ustedes el fin de semana. Yo leo,
escribo en mis diarios y reviso mi computador. Soy un viejo conectado…
Eso…