Son las seis
de la mañana. Dormí un par de horas y me leí un libro. Ahora me sucede que estoy
frente al computador después de haberme reído un rato con los correos de la
Cabectra, que me hacen tanto bien, y decidí escribir en mi diario. Mi diario
tiene tres partes: Esta, la del Zorro Filoso y mi Diario de papel que tiene más
de cincuenta y un mil páginas. Vino Ignacio (el muchacho que va a publicar mi
libro) y estuvimos conversando un rato. Vino acompañado de un niño que también
va a trabajar en el libro y me gustaron mucho. Uno es filósofo, el otro es
músico. Entendí muy poco de lo que me hablaron pero les dije que bueno (¿?).
Gente joven, de hoy y les creo…
Eso…