Me sucede que
a veces es muy tarde y tengo mucho sueño (como hoy) pero quiero hacer muchas
cosas porque no sé hasta cuando voy a tener la capacidad de hacerlas. Entonces
me sucede que me niego a irme a la cama y me quedo escribiendo en un libro,
leyendo en un libro, tecleando en mi viejo computador o cantando, despacito,
para no molestar a los durmientes de la casa que se reducen a una, que tiene
que ir al colegio, porque mi señora se acuesta después que yo. (A veces nos
encontramos acostándonos juntos y eso resulta muy rico). Entonces me sucede que
me pongo muy feliz y me vuelvo a levantar y vuelvo a meterme entre mis
viejos cuadernos y mis discos que ya casi no suenan. Tengo mi casa llena de
trofeos, obtenidos en muchos eventos y en muchos lugares, pero cuando
los miro entonces me sucede que me doy cuenta que la cosa ya pasó y que hace
tiempo que no recibo nada. La vedad es que me sucede que a veces me pongo
nostálgico de otros tiempos y la vida canta como en un viejo bolero de
"Los Panchos" que dice: "Tiempo que pasas tan aprisa, por qué te
llevas así mi corazón..." Entonces me sucede que descubro una lágrima en
alguno de mis ojos y me la seco con un dedo y me sale otra. Entonces me sucede
que dejo de escribir...