jueves, 31 de diciembre de 2015

019.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces estoy sentado a la orilla de un río escuchando a la naturaleza y me sobrecoge la cantidad inmensa de sonidos que hay en lo que parece el gran silencio. Me sucede, entonces, que experimento aquello de lo que tanto escucho y leo. La paz no es otra cosa que quedarse callado escuchando lo que los árboles, o el río, tienen que decir. Entonces me sucede que soy feliz unos minutos y quiero que mi mujer esté conmigo para disfrutar, juntos, este momento mágico. Me sucede, entonces, que comprendo aquello de que “hombre y mujer unidos” son un todo que puede experimentar la magia, indescriptible, de estos momentos que Dios puso a nuestro alcance y que jamás vemos, como no sea en una tarde como esta cuando sólo está la mitad del equipo.