Me sucede que
a veces me canso de tanta tontería en el hombre. Mi país enfrenta elecciones
presidenciales, Perú también enfrenta un periodo eleccionario y ya estamos, de
nuevo, con el problema limítrofe, esta vez con la cosa de las millas marinas
que le corresponden a cada país, en la frontera. Todos sabemos que estos
asuntos siempre aparecen cuando hay elecciones o cuando los países están
pasando por alguna de sus comunes crisis. Los gobernantes de Argentina nos
dieron un tremendo ejemplo de la estupidez a la que me refiero, cuando se
tomaron las Islas Malvinas y provocaron una guerra donde sólo perdió el pueblo
modesto que entregó a sus hijos al sacrificio, para acomodo de unos pocos, como
siempre. No creo que el pueblo peruano quiera una guerra con nadie y nosotros
tampoco la queremos. Entonces ¿por qué no dejan de hablar en tono
agresivo y se ponen de acuerdo, de una vez por todas, de qué es de quién? Mis
nietos están asustados y hay mucha gente que cree que va a haber una guerra.
¿Para qué crean este clima? Resulta, entonces, que me sucede que me canso de
leer y escuchar estas noticias que no dejan de inquietarme. ¿De qué nos sirven
la tecnología y los tremendos avances de la ciencia si no somos capaces de
vivir en armonía? Hace muy poco estuve en el Perú y recibí puro cariño. ¿Cómo
les voy a retribuir todo eso con una bofetada?