martes, 29 de diciembre de 2015

010.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces tomo decisiones que nos son las mejores y, aunque no me arrepiento de haberlas tomado porque de los errores se aprende, trabajo arduamente con mi voluntad para corregir el rumbo haciéndome cargo de mis equivocaciones. Esto se nota poco porque es un trabajo interno que no influye en la opinión de aquellos que me rodean porque no lo ven y, para ser más exactos, ni siquiera sospechan lo que está ocurriendo. Entonces me sucede que sigo apareciendo como el tipo que no toma las decisiones correctas. Después, cuando se ha enmendado el rumbo y corregido los errores ya nadie se acuerda de cómo empezó todo así es que no le dan mérito al tremendo trabajo de voluntad que hubo que hacer para que todo marchara bien. Parece ser que cuando no hay roces o situaciones peligrosas, de riesgo o conflictivas, nadie le da trabajo a la cabeza y todos se dedican a gozar de los beneficios  o utilidades que tal o cual decisión generó. Entonces me sucede que quiero hacer las cosas bien desde el comienzo, pero si así ocurriera me perdería la maravillosa posibilidad de aprender.