Me sucede que
a veces, cuando llega este día de esperar la Noche Buena, me pongo un poco
triste porque inevitablemente recuerdo a los que ya no están y que significaron
tanto en mi vida. Mientras más años uno va teniendo más gentes ya no están y
hay más que echar de menos. Me sucede, entonces, que no puedo evitar ponerme
triste y no tengo más remedio que echar mano a mis recuerdos de infancia para
que la Navidad tenga color bonito. Me sucede, entonces, que me alegro y quiero
que todos compartan esta alegría mía que se me sale por todas partes. Me sucede
que, entonces, de tanto estar alegre vuelvo a ponerme triste porque no alcanzo
a regalarles a todos lo que todos quieren. Entonces me sucede que escribo en
este sitio y espero que todos lean mis mejores deseos de felicidad, no sólo en
esta Navidad sino toda la vida. No es fácil ser feliz pero entonces me sucede
que, a veces, lo soy.
Feliz Navidad
para casi todos porque hay uno al que, por más esfuerzos que he hecho, me acuso
de no haberlo podido perdonar.