jueves, 25 de febrero de 2016

EL PEPE

Sucede que desde hace muchos años me corto el pelo con el Pepe, eso quiere decir en la peluquería Adán, en pleno centro. Pasaron los años, nos fuimos envejeciendo, se nos empezó a caer el pelo, algunos clientes no volvieron, siguieron los sabrosos alegatos acerca de la Chile (El Pepe) y el Colo Colo (Yo). Un día le regalé un tremendo chuncho de madera que compré en Chiloé y que era más feo que la cresta. Me lo recibió y lo incorporó a su galería de representaciones del pajarraco azul y debe haber contado que yo se lo regalé. Hace unos días me fui a cortar el pelo, Colo Colo había salido campeón de modo que llegué cargado de argumentos. El Pepe no estaba, me atendió su mujer y hablamos poco. De pronto le pregunté: ¿Y cómo está el Pepe? (se estaba tratando del corazón) y me contestó: - Hace casi un mes que falleció. Me sucede que tengo mucha pena y muchas ganas de llorar…

Eso…

sábado, 20 de febrero de 2016

ME SUCEDE QUE

Estoy viudo de verano. Mi señora anda en la playa con la señora de mi hermano (¿?), entonces estamos los dos viudos de verano. Mi hermano tiene a algunos hijos en la casa y yo estoy solo, esa es la diferencia. Yo puedo levantarme a la hora que yo quiera, andar pilucho por la casa y leer lo que se me antoja, ver el fútbol este fin de semana, mi hermano no. Esa es una ventaja para mí. Mi hermano tiene quien le lave, quien le cocine, quien le hable, quien lave la loza, etc. Yo no. Esa es una ventaja para él. Yo podría ir al cine, pero solo no tiene gracia porque no hay con quien comentar la película y lo mejor de la película son precisamente los comentarios y las cabritas (pop corn). Tampoco tengo con quien conversar el fútbol, de modo que el partido está incompleto porque le falta el tercer tiempo. Pensándolo bien creo que le cambio…

Eso…

lunes, 15 de febrero de 2016

YA PASÓ

Ya pasó el día de los enamorados,  de modo que hoy hubo que levantarse, ducharse, afeitarse, salir al trabajo como todos los días, pagar cuentas, soportar al jefe, etc. Pero todo eso es la vida y hay que hacerlo con la mejor de las sonrisas.

Te cuento: La Paloma era muy chica (la paloma es nieta de mi manager) , oyó, seguramente, hablar del día de San Valentín (el nombre que le dan a este día los estadounidenses) de modo que salió para donde su abuelita llevando una rosa que le compró el papá, tocó la puerta y cuando su abuelita abrió le ofreció su regalo y le dijo “FELIZ DÍA DE SAN CALCETÍN”… Eso.

domingo, 14 de febrero de 2016

DÍA DE LOS ENAMORADOS

Hoy es domingo día de los enamorados. Todo el mundo se besa y se hace regalos. Parece que la gente se quisiera mucho, incluso las guerras tienen su día de tregua y dejan de matarse hasta mañana. Los gerentes de empresas (por poner un ejemplo) les envían flores a sus amantes y los amantes salen a divertirse con los amigos o las amigas después de haber dejado las flores en un florero encima de la chimenea que no se usa porque contamina pero sirve para dejar las cosas que nos crean o crearían problemas. Alguna amante llora y se dice que nunca más va a estar sola, porque eso es lo que le toca vivir en todas las festividades. Hoy es el día de los enamorados y los viejos se aman y son fieles, pero eso es porque ya no los pesca nadie. Hoy es domingo día de los enamorados. Todo el mundo se besa y se hace regalos.

060.- HA LLEGADO CARTA 2

Hola primer bisnieto:
Acabas de nacer y ya te he visto en tus primeras fotografías. Eres hijo de un hijo de mi hija Verónica y eres igual a un nieto que nació hace poco en París. Llegaste a inaugurar la última parte de la vida de tu bisabuelo que espero sea laaaaarrrrrga y lo llegues a conocer. Nunca hubiera imaginado que esto ocurriría alguna vez, pero ocurrió. Entonces los genes se siguen repartiendo y el asunto no termina nunca. Te pusieron Martín, como en la canción, y nadie tiene la menor idea de lo que vas a ser cuando crezcas. Yo tengo que aprender a querer a un bisnieto. No sé hacer eso pero voy a aprender. (Parece que estoy envejeciendo...)

Bienvenido al mundo.

059.- HA LLEGADO CARTA

Hola nieto:
 Acabas de nacer y ya te he visto en tus primeras fotografías. Se me ocurre que vas a ser mi último nieto de modo que las he mirado con mucha atención y me has gustado. Te cuento que por acá abajo, en el fin del mundo, tienes un abuelo que te quiere porque eres parte de su sangre y se me ocurre que vas a ser un gran artista. Te quiero mucho y me gustaría tomarte en brazos antes del final. Estoy muy contento y dile a tu mamá que me mande tus datos de nacimiento (incluyendo la hora) para hacer tu Carta Natal y dejártela de herencia. Bienvenido al mundo.

El Abuelo

058.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces estoy al borde del abismo, a punto de caer, pero alguien o algo me agarra de alguna parte y me salva. Entonces me sucede que pienso en aquellos que caen y que, generalmente, les ocurre eso porque piensan que la caída es inevitable. Me sucede, entonces, que sigo pensando en positivo y descubro que casi lo había olvidado y por eso volví a verme en el borde del abismo y a punto de caer. Entonces me sucede que decido no volver a olvidarme y mantener mi pensamiento en positivo, siempre. Me sucede, entonces, que pienso en las veces en las que me he visto en esta misma situación y me he prometido lo mismo. Entonces me sucede que vuelvo a entender aquello de que el hombre es el único animal que tropieza, siempre, con el mismo obstáculo.

057.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces pienso en mis hijas que viven en el extranjero y me da una penita dulce que no puedo remediar. Hay una que me escribe dos o tres veces al día y yo le contesto como una vez por semana. Me gustaría que supiera que no es porque no la quiero sino que no soy mucho de estar en el computador escribiendo correos por eso no le contesto todo. Entonces me sucede que de Miami me voy a París donde mi otra hija está esperando a un nuevo nieto y entonces me sucede que no sólo pienso en ella sino también en mis otros nietos que viven allá. (Hay uno que se llama Cabeza de Brócoli y ya está en su primera lección de música). Me sucede, entonces, que se me derrite el corazón y pienso en la Mechaloca que es mi hija-mamá y la quiero más.

056.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces siento que ya hice todo lo que tenía que hacer y descubro que estoy en este mundo de salida. Entonces me sucede que descubro que alguna vez tengo que haber estado de entrada pero no me acuerdo. Mis padres me enseñaron tan bien (por lo menos ese era su deseo) que terminaron creando a un tipo que llegó a la universidad después de los 50 años y allí aprendió casi nada porque ya la vida me había enseñado todo eso y más. Me sucede, entonces, que pongo atención a todo lo que se habla de la reforma educacional tan necesaria y me sucede que me doy cuenta que pretenden cambiar un sistema por otro y eso es todo lo que van a cambiar. Entonces me sucede que me pongo un poco triste porque veo a los jóvenes empujando para que las reformas se hagan realidad y hasta creen que van a ver el asunto ya hecho. Una reforma de ese tipo toma muchos años y los jóvenes salen a la calle a gritar consignas y tienen razón pero no se han dado cuenta que si se llega a concretar algún cambio va a ser dentro de unos treinta o cuarenta años y ellos ni siquiera van a estar vigentes o considerados útiles. Me sucede, entonces, que no me queda más remedio que convencerme de que estoy de salida y que esta salida es la entrada a otra cosa. Si no pienso así me va a suceder algo muy desagradable y muy feo. Entonces me sucede que me pongo a buscar algo que hacer, aparte de mis clases, de atender mi consulta y de ayudar a la gente a que sea un poco más feliz… y siempre encuentro algo.

055.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces el verano me parece demasiado largo y que el tiempo que la gente se toma de vacaciones y se amontona a la orilla del mar es exagerado. Entonces pienso que si yo me tomara un tiempo así no pensaría lo mismo, pero no estoy seguro de que así sería. La ciudad igual se ve llena de gente y me sucede que me doy cuenta que lo que faltan son automóviles atochando las calles. Me sucede, entonces, que creo que la gente se fue a vivir a los autos y que las casas sólo las usa para dormir algunas horas y que el resto del tiempo lo vive en los colegios, las oficinas y las fábricas. Entonces a veces me sucede que me doy cuenta que ya no nos juntamos con los vecinos a conversar de cosas triviales y que no tenemos tiempo para vivir intentando conocernos un poco mejor. Hoy, por ejemplo, me sucede que quisiera quedarme sentado intentando comprender por qué, a la edad que tengo, no se me ocurre en qué ocupar el tiempo y miro un libro sin leer y me sucede que no me atrae porque habla de un mundo que no conozco y con el que no me identifico. Me sucede, entonces, que no sé qué está pasando ni por qué.

054.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces estoy rematadamente triste y entonces me sucede que siento que he vivido demasiado, que el mundo cambió y no tengo nada que hacer aquí. Entonces recibo un llamado telefónico desde un país lejano y me sucede que mi tristeza se multiplica. Me sucede que me entero que un viejo amigo está enfermo de Alzheimer y tiene Parkinson y que está refugiado en la casa de su ex esposa. Entonces me sucede que recuerdo la enorme cantidad de veces que viajé a ese país y me quedé en su casa donde recibí cariño con mayúscula. Me sucede que creo que no es justo que eso le ocurra a un hombre bueno que trabajó, muy duro, durante toda su vida para terminar así. No es justo. Entonces me sucede que me parece que la vida es muy fea y no la quiero vivir.

053.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces quiero ser el hacedor de cosas y descubro que no hago. Entonces sucede que me descubro como pensador, soñador y poco hacedor. Ya no escribo canciones ni me dejo deslizar por las páginas de la vida. Me sucede que estoy encerrado en La Isla y no me nace la idea de salir. Entonces me sucede que no conozco el mundo y descubro que envejecí demasiado rápido y que no sé, todavía, vivir como viejo.

Recibo un llamado telefónico, soluciono un problema, y me sucede que nada hice para que eso ocurriera. Pronto tendremos elecciones y habrá que elegir un presidente de la república. Entonces me sucede que estoy seguro que va a salir electo mi candidato y no sé de dónde me viene esta seguridad. Hoy me sucede que ni siquiera estoy contento porque no sé para qué sirve eso. Mañana me va a suceder que me voy a contentar y la vida me va a seguir sucediendo.

052.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces recibo correos de Paris o de Miami y pienso en mis hijas que se fueron a buscar nuevos y mejores horizontes. Entonces me sucede que me da pena y lloro por su ausencia pero entiendo que están haciendo su vida y trabajando en lo que les gusta y les interesa. Entonces me sucede que pienso en que tal vez nuestros horizontes no son tan bonitos y miro atardecer y no creo eso. Me sucede, entonces, que recuerdo las veces que me pude quedar en otro sitio lejano y moderno, lleno de cosas que aquí no hay. Sin embargo cuando pienso eso me sucede que descubro cosas, muy cerca de mí, que son muy hermosas y que no podría encontrar en ninguna parte. Me sucede, entonces que me voy a almorzar a la cocina y comeré un pedazo de pollo con una cerveza sin alcohol y voy a brindar por todos mis hijos, los que están aquí y los que están lejos. Me sucede que voy a dejar a mis nietos para un segundo brindis, que será a la hora de la cena. Entonces me sucede que me pregunto si sabrán cuanto los quiero, ya sea aquí o allá.

051.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces me doy cuenta que durante un par de años no me sucedió nada, pero que me ha vuelto a suceder. Lo que ocurre es que me sucedió que se me ocurrió entrar a la Universidad y ocupé mi tiempo aprendiendo no me acuerdo qué y entonces me sucedió que empecé a olvidarme que soy un tipo al que le suceden cosas y dejaron de sucederme. Entonces me sucedió que me asusté y como la Universidad no me gustó me arranqué y me metí a un Instituto donde me diplomé en Psicología y luego me metí a otro Instituto donde me diplomé en Psicología Transpersonal (esa me gustó) y luego me diplomé en Hipnosis Clínica y me sucede que ahora no sé en qué me voy a diplomar. Entonces me sucede que viene gente y me cuenta que tiene problemas o está deprimida, o no puede lograr una buena relación de pareja, etc., y yo sé cómo sacarla del atolladero y eso hago. Entonces me sucede que comienzo a estar contento y me gusta que lluevan elefantes en Concepción, pumas en Temuco y mapuches en Cañete.

sábado, 13 de febrero de 2016

ME SUCEDE QUE…

Me sucede que despierto tarde (me dormí tarde) pero me siento muy bien y eso me contenta. Anoche estuve leyendo hasta las cuatro y treinta de la madrugada un libro muy interesante y creo que voy a comenzar a incorporar sus ejercicios a mi rutina diaria. No tengo correo de mi hija de Miami ni de mi hija de París lo que me entristece un poco pero tendrán sus cosas que hacer. La vida amaneció, hoy, con buena cara y eso me gusta. Voy a copiar algunas viejas entradas de mi antiguo blog a ver si me pongo al día. Me sucede, entonces, que quiero volver al viejo formato que me gustaba tanto. Y a ti ¿Qué te sucede? ¿Vale la pena contarlo o compartirlo? Hoy voy a pedir comida china y espero que me guste el pollo con algas que me voy a comer al almuerzo. Me gustaría un erizo con piure pero no traen a domicilio. JA.

050.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces recuerdo cosas que he aprendido de la vida o de alguno de sus personajes que deambulan por ahí. Entonces me sucede que recuerdo que, alguna vez, Tito Matamala me enseñó que en la plaza de Concepción (ciudad del Sur) llueven elefantes todos los inviernos. Entonces me sucede que descubro que en la plaza de Temuco llueven pumas, salvajes, que nacen en la cordillera de Nahuelbuta y no sé por qué razón se vienen a llover a la plaza de Temuco, cuando deberían hacerlo en la plaza de Purén o de Angol. Pero me sucede que los veo llover en Temuco y no me dejan pasear tranquilo por la plaza porque me caen encima y parecen gatos gigantes tratando de comerme, pero no me comen. Entonces me sucede que descubro que se trata de un juego de la mente y no sé si los pumas son reales o yo me los inventé para que la plaza tuviera algo de la gracia que tenía, cuando yo era niño, y servía para jugar a que llovían pumas y cóndores del cielo. Me sucede entonces que ando, de plaza en plaza, esperando que llueva algo pero no pasa nada (excepto en Concepción donde llueven elefantes). Pronto me va a suceder que voy a estar en Cañete y voy a ir a la plaza a ver si llueven mapuches y así tendría muchos amigos y se podría recuperar la tierra para sus hijos legítimos.

049.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede a veces que despierto. Ha pasado mucho tiempo desde el último escrito y no me explico por qué ocurrió eso. Me sucede que estoy mucho más viejo y se me olvidan algunas cosas (tal vez se me olvidó escribir aquí). Entonces me sucede que viajo por el país como si nada hubiera pasado, pero yo siento que han pasado muchas cosas sobre todo aquí en mi corazón. Cuando me sucede que alguno de mis hijos me acusa de haber sido un padre ausente se me ocurre que nada de lo que he hecho existiría si así no hubiera sido y nada saco con preguntarme qué hubiera ocurrido si hubiera sido distinto. Me sucede entonces que alguien me da un abrazo, alguien me da la mano, alguien me agradece (no sé qué), alguien dice que me quiere, alguien… muchas cosas. Hace algunos días me sucedió que aprendí que Satanás pierde todo su poder si lo llamo SANATÁS y me río como hace mucho tiempo no lo hacía. (Tal vez se desconcierta y por eso se confunde y no halla qué hacer). Entonces me sucede que despierto, hoy, escribo, pero no estoy seguro de haber despertado.

048.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces paso una temporada leyendo y me sucede que descubro que tengo una tremenda facilidad para meterme dentro de los libros y caminar por sus historias y vivirlas como si fuera a mí a quien le ocurren las cosas. Entonces me sucede que después de tantos años de hacer eso he viajado por los más increíbles lugares y he vivido aventuras que casi son imposibles de narrar. Así me sucede que voy conociendo sitios, emociones, climas, situaciones y me sucede que las vivo con una realidad que me asusta. ¿Sabías que alguna vez, en una salitrera del norte, hubo una niña que contaba películas? ¿O que Jesús nunca dijo que había infierno? ¿Sabías que en el Archipiélago de Chiloé hay una isla que está llena de brujos? ¿O que los chamanes sanan con un soplido? Entonces me sucede que cada vez que voy a leer sé que se va a tratar de una temporada larga y que no voy a entender qué es lo que hago en este siglo, porque una vez me convertí en un detenido desaparecido por la dictadura militar que asoló a mi país y entonces no debería estar aquí porque nunca volví a aparecer.

047.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces siento la necesidad de hacer algunas preguntas. Entonces me sucede que pienso en que tengo más de setenta años y todavía hay cosas que quiero preguntar y algunas de ellas me vienen persiguiendo desde que soy niño. Me sucede entonces que pienso que algún día me obsesioné por los libros y comencé a comprar y a comprar. Terminaba de leer uno y compraba otro, hasta que en vez de comprar uno compré dos y antes de terminar el segundo ya había comprado tres más. Entonces me sucede que con los años se fueron multiplicando y mi casa ha terminado por ser una biblioteca tremenda de la que apenas he leído una mínima parte. Me sucede entonces que me doy cuenta que he comprado tanto libro para encontrar una respuesta a las preguntas que me han asaltado toda la vida y he terminado no encontrándola. Entonces me sucede que me hago una de las punzantes interrogantes que me ha perseguido desde muy joven: ¿Por qué no recuerdo ni una sola caricia de mi madre?... pero no hay respuesta

046.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces contemplo las calles, en el centro de la ciudad, llenas de gentes que van muy aprisa quién sabe dónde y a qué. Entonces me sucede que se me ocurre que ni los que van saben hacia donde van y, simplemente, van. Me sucede entonces que no creo que todo este mar humano ande dando vueltas por ahí por la sencilla razón de ir al trabajo, o qué sé yo, y me sucede que me asalta la idea de que todos están allí por alguna razón diferente a todo lo que imaginamos y yo soy uno de ellos. Recuerdo, entonces, a un conferencista que decía que los humanos somos el alimento de los dioses y me sucede que recuerdo algo como que estos dioses se alimentaban de nuestra energía y por eso teníamos que movernos para producir dicha energía, léase alimento. Me sucede entonces que tal vez eso sea verdad y por eso los que hacen todo lento terminan viviendo más años y una vida más plena. Entonces me sucede que dejo de escribir.

045.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces hago locuras sólo con el afán de ver felices a los demás. Entonces me sucede que siento una felicidad tan tremenda que a fin de cuentas no es otra cosa que la suma de todas las felicidades que he causado con mi locura de turno. Me sucede, entonces, que quisiera que el tiempo se detuviera para quedarme, así, feliz para siempre. En ese momento es cuando me sucede que entiendo aquello de que la felicidad es como un caramelo y hay que gustarla hasta que se acaba, no importa lo que nos haya costado. Intenta hacer feliz a alguien y te sucederá que entenderás de qué estoy hablando.

044.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces veo con tanta claridad algunas cosas que me asusto. Entonces me sucede que me lleno de interrogantes y me aterrorizan las respuestas que me llegan desde el centro del corazón. Me sucede entonces que veo a la gente buena en un tremendo peligro porque los que mandan, en esta sociedad desatinada y corrupta, están tramando eliminarlas para que no quede en evidencia su maldad y su egoísmo. Entonces me sucede que me entristezco porque yo no corro peligro. No he sido demasiado bueno y tengo muchas cosas que ocultar disfrazando eso de que es mejor el silencio, para muchos. Me sucede que a veces me conecto conmigo y me digo cosas que no me gustan mucho pero que debo agradecer porque me sirven para mejorar.

043.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces estoy enfermo y siento que soy demasiado vulnerable. Entonces me sucede que descubro que cualquier cosa, o persona, puede hacerme mucho daño y me llena una angustia que me cuesta controlar. Me sucede, entonces, que descubro que nunca he estado protegido de nada y que estoy expuesto, a cada segundo, a que algo o alguien en la vida, me haga daño. Entonces me sucede que no quiero que me hagan daño y que mientras más años tengo más fácil es llegar a mí y herirme porque carezco de defensas y, si alguna vez las tuve, se van debilitando cada día. Me sucede entonces que me deprimo y trato de salir de ese estado pero todos los caminos, hacia cualquier parte, son extremadamente peligrosos. Entonces me sucede que siempre lo supe pero lo escondí para poder moverme hacia alguna parte y no quedarme inmovilizado. Me sucede, entonces, que comprendo muchas cosas y entre ellas que, generalmente, los seres humanos levantamos enormes torres sobre una base que no es capaz de sustentarlas.

042.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces me pierdo por mundos que no conozco y que existen dentro de mi cabeza, o de mi corazón. Allí los caballos son blancos y tienen las crines largas y me sucede que veo volar a los pájaros y sé que yo también puedo volar como ellos. Entonces me sucede que descubro que estoy soñando y viajo, a veces, entre pasillos llenos de libros muy antiguos escritos en un idioma que desconozco pero que haciendo el intento puedo comprender. Estos libros hablan del mundo que existió y dicen que volverá a existir después del enorme cataclismo que habrá sobre la tierra y me sucede que entiendo este cataclismo como un cambio radical en el mundo interior del hombre. Me sucede, entonces, que me quedo leyendo durante varios años perdido en esos inmensos pasillos donde millones de libros esperan a que yo los lea. Me acompaña el caballo y el pájaro y entonces me sucede que de a pié no podría ir de un lado a otro porque la biblioteca del templo es inmensa y subo en el caballo y vuelo de un lado para otro sin decidirme a escoger un libro porque entiendo que los libros son los que deben escogerme a mí. De pronto florece una rosa y me sucede que un ganso me regala una pluma.

viernes, 12 de febrero de 2016

041.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces tengo un mes económicamente malo. No siempre es así pero a veces pasa y entonces me sucede que me pongo nervioso porque no se me ocurre nada para paliar la situación. Entonces me sucede que descubro que antes no era así y siempre se me ocurría alguna solución. Me sucede entonces que me asusto porque pienso que cuando uno se pone viejo la cabeza ya no funciona como antes y parece que así es. De esa forma me sucede que no me gusta la idea de que mi cabeza ya no funcione como siempre. Me gusta escribir y me sucede que ya no se me ocurren muchas cosas y mi vieja máquina con la que escribo empieza a oxidarse y a llenarse de polvo. ¿Será inevitable que suceda todo eso? A veces me sucede que me siento muy perdido cuando descubro que “ahora que tengo la respuesta para todas las preguntas, cambiaron las preguntas”.

HOY COMIENZA EL FINDE

Hoy comienza el finde. Muchísima gente sale de la capital porque se quiere escapar del smog y de las aglomeraciones. Entonces se aglomera en la carretera y se demora, metido en su absurdo cochecito, cuatro o cinco, o más horas en llegar a la playa, pero valió la pena. Dos días tirado en la arena y luego el regreso en igualdad de condiciones lo que lo deja listo para insertarse de nuevo en la vorágine capitalina. Sólo que esta vez todos regresan bronceados, llenos de deudas, con un montón de compromisos por pagar: patentes, colegios, impuestos, etc. Las casas comerciales no perdonan ni detienen su juguera trituragentes y cobran igual. o con intereses si te atrasaste. Pero esa es la parte fea porque hay también una parte linda, el problema es que no la puedo encontrar.

040.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces despierto muy temprano y “descubro” que hay mucha gente que hace lo mismo y que se va al trabajo cuando otros todavía están, recién, en la primera vuelta del sueño matinal. La gente se va muy temprano a trabajar, cinco o seis días de la semana, y escucho en la radio una entrevista a un político muy connotado que ya está en plena labor. Entonces me sucede que descubro que hay gente que cree que los políticos no hacen nada y que se lo pasan discutiendo “tonteras” en el Congreso. Me sucede, entonces, que no entiendo cómo puede haber quienes piensen así y tal vez no se ha percatado que mover un país no es nada fácil. Manejar un hogar, con cinco o seis personas, no es sencillo, entonces manejar un país con quince o dieciséis millones de habitantes debe ser muy complicado. Entonces me sucede que quiero participar pero parece que ya es tarde. Tengo muchos años y me sucede que descubro que vengo de un mundo donde la tecnología y los valores eran otros. ¿Será así?

039.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces me siento flojo y no tengo deseos de hacer nada. Mi mujer me dice que ya estoy jubilado, que tengo mis años, que me he ganado el derecho a flojear, etc. Entonces me sucede que pienso en todo lo que he hecho y descubro, asombrado, que todos los esfuerzos conducían hasta aquí. Me sucede, entonces, que entiendo eso de que la meta no es lo importante sino el camino para llegar a ella. Pero ya lo anduve y tal vez la idea sea desandarlo para ir atando los cabos que dejé sueltos y desatando los que amarré equivocado. Entonces me sucede que para desandar tengo que levantarme del asiento y echar a caminar. Anoche llovía y me sucedía que sentía una profunda paz en el corazón y quería salir a caminar bajo la lluvia. Hoy hay un maravilloso día de sol y resulta, entonces, que a la naturaleza también le suceden cosas como me suceden a mí y por eso debe ser que a veces me sucede que a veces.

038.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces tengo muchas ganas de cantar y de hacerle regalos a la gente que quiero (a toda) y me prendo un clavel en la solapa y salgo a la calle y saludo a todos. Entonces me sucede que me doy cuenta de que la gente se extraña de que la salude y que tenga, para ellos, una sonrisa de regalo. Entonces me sucede que descubro que el mundo se puso demasiado serio y los que pasan fruncen el seño y caminan muy rápido y con la cabeza gacha. Me sucede, entonces, que prefiero la gente con la cabeza erguida, sonriente, no desconfiando de todos, con una sonrisa a flor de labios y una caricia suave para los niños. Miro los titulares de los periódicos y me sucede que encuentro sólo agresiones y cursos donde se aprende a engañar, a estafar, a violar los más sagrados principios, etc. Me sucede, entonces, que no les creo y sigo viendo al mundo hermoso, a la juventud hermosa, a los ancianos lindos y hay un edificio donde, en sus ventanales se refleja el sol. Entonces me sucede que descubro que el mundo es como uno quiere que sea y que sólo termina siendo nada más que un reflejo de lo que hay en nuestro interior.

037.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces no entiendo algunas cosas por más esfuerzos que hago. Entonces me sucede que me siento viviendo en un mundo que se maneja con reglas que no alcanzan a llegar a mi entendimiento. Me sucede que cuando los estudiantes marchan por las calle de Valparaíso y veo, a la vuelta de la esquina, a los carabineros, vestidos con trajes especiales, cascos especiales zapatos especiales, escudos, escopetas para lanzar gases lacrimógenos o balines de goma, con sus lumas en la mano, dispuestos a lanzarse contra ellos a ejercer la represión y la violencia, me dan ganas de sacar la cabeza por la ventanilla del auto y gritarles: “¡¿No les da vergüenza?!”. Entonces me sucede que entiendo que no les da vergüenza y mi corazón se apena y no lo puedo evitar.

036.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces me decido a dejar este mundo y a dedicarme a vivir mi mundo interno donde suceden cosas maravillosas, entonces me sucede que me siento contento de tomar esa decisión y comienzo por dejar algunas cosas y meterme de lleno en mis escritos. Me sucede entonces que me pregunto ¿Habré nacido para eso? ¿Y por qué me demoré tanto en darme cuenta? Entonces me sucede que no encuentro respuestas y comienzo a practicar mi nueva vida importándome nada encontrar respuestas o no. Esta mañana no hace frío y estoy muy contento, entonces me sucede que siento que me he encontrado conmigo, viviendo de minuto en minuto. Me sucede, entonces, que descubro que este minuto estoy vivo pero el próximo no sé y no importa porque no existe.

035.- ME SUCEDE QUE A VECES

"No soy de aquí ni soy de allá
no tengo edad ni porvenir
y ser feliz es mi color
de identidad..."

Hoy asesinaron a Facundo Cabral... ¿Puede haber tanta maldad en el planeta?... Facundo era un hombre que repartía amor por todo el mundo.... ¿Qué es esto?... No es nada más que falta de amor.... Tengo mucho dolor en el corazón, como debe tenerlo él por la maldad del ser humano... Claudio Guzmán me llamó por teléfono y me dijo que tal vez el amor se estaba retirando, como el mar, para volver en una ola gigantesca a salvar a la humanidad porque el hombre parece que ya no se salvó a sí mismo.
¡Hasta pronto Facundo! Aunque yo creo que tu espíritu no se va a ir al cielo sino que se va a repartir, en pedacitos, en todos los corazones de los hombres de la tierra.

Hoy me sucede que estoy triste y no lo puedo evitar.

jueves, 11 de febrero de 2016

SEMANA DE CHANCHEO

Tengo una semana de chancheo hasta el próximo miércoles, de modo que tal vez invite al cine a mi señora o nos vamos a comer un helado por ahí. No sé vacacionar pero creo que puedo aprender. Todo el mundo me dice que lo haga y yo no sé cómo se hace. Hoy viene el técnico de la secadora y el del computador, de modo que voy a tener entretención de sobra. También puedo leer y escribir y estudiar mis emociones a ver si aprendo algo. Tengo el azúcar un poco alta y eso es serio de modo que allí hay tema para trabajar. (¿Me subo a la caminadora?). Anoto que encontré unas órdenes para exámenes médicos y a lo mejor eso puedo hacer sin apurarme. Ya estoy en la edad de los medicamentos (no me gustan mucho) y de los doctores (tampoco me gustan, excepto un par).

Tengo una semana de chancheo. ¿Has visto a un chancho tirado en el barro sin  hacer nada? Eso es el chancheo.

034.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces son las diez de la mañana y hace mucho frío. El invierno parece que quiere llegar y espero que lo haga para ver llover. Entonces me sucede que pienso en aquellos que no tienen como protegerse del frío y de la lluvia. Entonces me sucede que me da un poco de pena pero nada puedo hacer como no sea sentir en el corazón un profundo amor por esa gente.

Me sucede, entonces, que me gustaría que todo fuera mágico y que el mundo se pintara de colores para volver a salir a la calle a encontrarnos con los otros niños y a jugar juegos inocentes y otros no tanto. Entonces me sucede que me doy cuenta que he envejecido y que no soy un niño. (Me sucede, entonces que me asusto).

033.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces me quedo largo tiempo sin trabajo y no tengo lugar para ir a desgranar mis inquietudes que se hacen verso y poesía.
Y el mundo se me aparece como un monstruo de hierro y de cemento y hay que pagar y pagar hasta por el viciado aire que respiramos.
Y si no hay trabajo no hay dinero y si no hay dinero no se puede pagar y si no se paga el mundo te tritura con unas horribles tenazas hechas para destrozar al que no paga.
No hay justificación para no pagar hoy, porque jamás se ha pensado en no pagar, pero hay que pagar hoy y si no lo haces hoy serás anotado en un libro donde está la lista con los nombres de los que no pagaron hoy.
No importa que sea la primera vez que se comete el delito. Tu nombre quedará inscrito junto a los de los otros que nunca pagan hoy y tú serás tan culpable como ellos y la sociedad te señalará con un dedo acusador.
Entonces me sucede que igual me siento contento porque puedo contarte de lo que me está pasando por estos días y tal vez te esté pasando algo parecido. No puedo ser el único.

Me sucede, entonces, que me veo como todos y me siento como todos y me alegro como todos.

032.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces, estando en estado de meditación, veo cosas y siempre me sorprendo de eso, porque es tan vívido lo que se presenta ante mis ojos cerrados, que juraría que es real. Entonces lo escribo en mi Diario y me sucede que hoy me dieron ganas de compartirlo con alguien:

“Charles Aznavour cantaba “Un agosto en París” y me sucedía que yo pensaba en que ya no existen artistas de esa talla y descubrí que mi generación es la última que nació antes que la tecnología abriera la brecha y marcara un antes y un después en todas las cosas y situaciones. Entonces me sucede que entiendo que el mundo siguió su marcha y nosotros nos quedamos al lado de acá del gigantesco abismo tecnológico, de modo que no tenemos más alternativa, si no queremos quedarnos en el borde del precipicio o inmovilizados, que desandar el camino y volver a encontrarnos con la misma gente, esa que saluda cuando se encuentra en los caminos que a cada uno le tocan, y que comparte bienes, felicidades y tristezas. Entonces me sucede que comprendo que para seguir adelante tendríamos que aprender a volar y ya no queda tiempo para eso. Entonces me sucede que descubro que soy uno de los tantos que no aprendió cuando tuvo la oportunidad y ahora parece tarde pero tal vez no es imposible. Entonces me sucede que me pregunto ¿Servirá un salto? Y tal vez sirva pero tendría que ser un salto enorme y no creo que la parte física nos acompañe pero nunca lo vamos a saber si no lo intentamos. Entonces me sucede que entiendo que si el intento falla seríamos tragados por el abismo y allí acabaría la historia de esta vida. Entonces me sucede que necesito saber si hay alguien que me quiera acompañar en el intento. Entonces me sucede que le converso, de mi visión, a mi hija menor que tiene 20 años, y no está de acuerdo. Entonces me sucede que salgo del trance y la veo lejos, al otro lado del abismo, y entiendo que ella va hacia adelante y yo tengo que saltar o comenzar a retroceder.

miércoles, 10 de febrero de 2016

031.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces tengo muchas ganas de quedarme quieto pero no sé cómo se hace eso. Quisiera parecerme a una piedra y a un árbol, que sólo se mueve al impulso del viento pero que jamás abandona su lugar. Entonces me sucede que descubro que soy igual a todas las cosas y no veo diferencias en mí. Tal vez no puedo quedarme quieto como la piedra ni puedo moverme al impulso del viento como los árboles y entonces me sucede que descubro que no soy igual, que no me parezco y me da pena porque quisiera parecerme. Parecerme a todas las cosas y ser el Todo grande donde está todo porque todo es igual. Entonces me sucede que me veo escribiendo estas palabras y no sé si la piedra escribe.

DÍA LIBRE

Hoy tuve un día libre. En mi país es tiempo de vacaciones de verano de modo que tengo mucho trabajo y hemos (con mi equipo) rodado de arriba abajo sin parar y durmiendo muy poco. Hoy me vengué y dormí una rica siesta que me repuso bastante y me dejó listo para salir mañana, de nuevo al camino. Me he reído todo el día con los cuentos graciosos que me envía mi hija de Miami, por correo, y le contesté un par de de ellos porque contestarlos todos es demasiado trabajo (¿?).

Ni siquiera he visto la TV y me he convertido en un chancho flojo. Mi señora se fue a la playa y me llamó para contarme que estaba almorzando en un pirulo lugar con una amiga. Me gusta que se divierta porque no es bueno llegar a viejo sin amigos y sin planes para pasar las vacaciones en alguna parte. Mi país tiene playa a 100 Kmts. de modo que en automóvil estás en una hora desde la capital.

030.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces me doy cuenta que ya pasé los setenta años y que estoy viviendo “lo que me queda de vida”. Entonces me sucede que no quiero irme y que quiero quedarme en este mundo para siempre. A pesar de mis ejercicios tengo hígado graso, algo de sobrepeso, hipertensión y diabetes mellitus II, amén de una rosácea en la nariz que no me deja tranquilo. Me sucede, entonces, que nada es como antes y tengo que cuidar lo que como, tomar medicamentos y pensar que la ancianidad llegó a mi vida con su carga de achaques y dolores en cualquier parte del cuerpo. Entonces me sucede que me da un poco de pena cuando veo pasar a casi todo mundo a mi lado y ni siquiera me ven. Pero entonces me sucede que me doy cuenta de que no es tan desagradable ser anciano porque cuando uno es viejo anda estorbando en todas partes pero cuando uno es anciano ni siquiera lo ven y se puede vivir más tranquilo. Me sucede que a veces descubro cosas como estas y me doy cuenta que ni me enteraré cuando esté hablando puras tonteras que a lo mejor no lo son pero tampoco me daré cuenta.

029.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces me duele la espalda y me siento muy viejo y luego descubro que no es cierto y que todo se debe a una fuerza “mal hecha”. Después me sucede que me doy cuenta que me estoy engañando y que el tiempo ya pasó y no retrocede. Alguna vez hice Artes Marciales y me parece increíble aquello de los combates con la Margarita que era una karateca espectacular y había que esforzarse al máximo para no ser vapuleado sin contemplaciones. Entonces me sucede que contemplo mis calzoncillos largos, que no se parecen al kimono del Dojo, y me muevo lento porque Tai Chi sí puedo practicar y lo hago a diario, entre suspiro y suspiro. Mi cabeza funciona bien y entonces me sucede que me contento y me gusta que me leas ya que no puedo conversar contigo porque no sé dónde estás. Tengo un tremendo libraco para leer y en eso estoy, aparte de mis estudios en la universidad (no sé si te conté de eso) de modo que si termino la carrera descubro que voy a tener como setenta y cuatro años. Me sucede entonces que descubro que voy a tener que ejercer en el cielo, o en el infierno. Me sucede que a veces me duele la espalda y me siento muy viejo y luego descubro que no es cierto y que todo se debe a una fuerza “mal hecha” o a un mal calentamiento previo antes del Tai Chi.

martes, 9 de febrero de 2016

028.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces se me viene encima la Navidad y como no entiendo esta fiesta de regalos, árboles con adornos y viejos pascueros, se me hace un embrollo en la cabeza y no entiendo por qué tengo que regalar. No estoy en muy buena situación económica porque soy un artista viejo y a los viejos no nos quieren mucho y tratan de sacarnos, de cualquier manera, de arriba del escenario. Pero entonces me sucede que descubro que me he pasado la vida haciendo lo que hago y que no sé hacer otra cosa. Entonces entré a la Universidad, a ver qué puedo hacer, pero me cuesta mucho y tuve que congelar y retomaré en Marzo. Entonces me sucede que me doy cuenta que la vida ya pasó y, aunque tengo una jubilación envidiable (según otros artistas) es bastante poco para una familia (Tal vez es suficiente para mí y por eso no me quejo pero para una familia no alcanza). Después viene el Año Nuevo y hay que hacer Fiesta para recibir el nuevo año “… un año más, qué más da, cuantos se han idooooo yaaaaa…”. La vida ya pasó y sólo me queda la última etapa, esta que parecía nunca iba a llegar. Si termino la carrera me titularía como a los setenta y algo. ¿Para qué? Pero igual le voy a hacer empeño. Entonces me sucede que me doy cuenta que nunca fui ni seré matemático y ese es mi gran problema. ¿Cómo entender ese código? Pero si no lo llego a comprender no voy a aprobar el ramo y por ende, y a la larga, la carrera. Me sucede entonces que soy cantor y que no tengo tiempo de ser otra cosa. Mis profesores son menores que mis hijos y son súper ingenuos, pero entonces me sucede que me doy cuenta que no tengo nada que hacer y sólo puedo hacer números y más números intentando entender el asunto. Ahí es cuando me sucede que pronto aparecerá la geometría y entonces ¿qué voy a hacer? Estoy grabando discos como malo de la cabeza (cada uno graba discos como puede) de modo que me lo paso metido en el Estudio de Grabación pero tengo puros números dándome vueltas. ¿No se supone que si ya jubilé es porque he trabajado toda una vida y ahora es el tiempo del descanso o de cosechar de lo sembrado? ¿Tan poco sembré? Pero entonces me sucede que me doy cuenta que estoy vivo y envidiablemente contento. ¿Por qué se enojan porque estoy contento? Entonces me sucede que descubro que no entiendo nada de nada.

027.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces me encuentra la madrugada dormido sobre mi cuaderno de trabajo. Entonces me sucede que leo lo que he escrito antes de quedarme dormido y me parece que lo hubiera hecho otra persona. No sé cómo llegué a esta edad y a esta situación que me tiene, permanentemente, anotando cosas en un libro que sólo yo conozco y me paso las horas hasta que llega el momento de levantarme y salir a moverme un poco antes de irme a cantar a alguna parte. ¿Entonces me sucede que me pregunto si sabrá la gente que me escucha que vengo de mover mi cuerpo en una marcial disciplina después de levantar la cabeza de un libro donde estuve anotando cosas toda la noche? Mientras estoy en mis ejercicios físicos cotidianos mi cuerpo se mueve armónicamente y mi mente se detiene y sólo fluye hacia cauces desconocidos donde la vida se manifiesta plena. Entonces me sucede que canto y siento que no hay tanta diferencia con mi disciplina física. Me desplazo por el escenario y mis pies saben donde pisar y mis manos se mueven como pájaros mientras las palabras expresan lo que alguna vez sentí y que vuelvo a sentir como si fueran nuevas. Entonces me sucede que no sé por qué te cuento esto porque tu interés debe andar por otros derroteros y, aunque sé que no debo suponer, supongo y tengo la certeza de que me voy a equivocar por hacer eso que no se debe hacer. Entonces me sucede que me veo, vestido con este traje de artes marciales, y sentado frente a un computador que no tiene nada que ver con el asunto. Es tiempo, entonces, de meterse a la ducha y salir al trabajo de escenario. Tengo que rodar quinientos kilómetros, cantar una hora, y algo, y regresar rodando otros quinientos kilómetros para llegar a casa. Si todo resulta bien me van a fotografiar, me van a preguntar miles de cosas, tendré que sonreírle a las cámaras y a los celulares-teléfonos de los niños y regresaré a mi cuaderno y a mi habitación de trabajo, aquí en mi casa, casi en Avenida Matta con San Diego. Serrat cantará en el Caupolicán, muy cerca, pero no podré ir a verlo porque estaré muy lejos, sobre otro escenario. Entonces me sucede que entiendo algunas cosas y veo que son las siete de la mañana.

026.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces viajo de un lado a otro y me encuentro con gentes que no quieren dialogar y optan por la agresión como herramienta para imponer sus ideas, pensares o sentires. Entonces hago la prueba y les digo algo, ni tan tremendo, pero que los saque de sus rutinas y por eso estoy a punto de ser fusilado varias veces y a cada rato. ¿Qué nos pasó? ¿Dónde se fue la poca humanidad que nos quedaba? ¿Nos quedará algo todavía como para recuperarla? A mí me parece que no éramos así. Sin embargo lo veo en todo el mundo. No hay nada más estresante que enfrentar la policía de inmigración cuando uno entra a otro país. Aunque uno lleve todos sus papeles al día el golpe de adrenalina es tremendo cuando te fotografían, te piden la huella digital, te miran como a un sospechoso de algo malo, etc. ¿Y qué me dices de lo que se siente cuando un carabinero te detiene en la carretera si vas manejando? Uno se pregunta ¿qué he hecho? y los nervios se tensan al máximo. Eso no está bien porque significa que estamos temerosos de quienes deben protegernos. ¿Cómo llegamos a esto? A lo mejor los jóvenes nacieron en un mundo así y lo encuentran de lo más normal, pero yo vengo de un mundo donde nadie le temía a la policía, como no fuera un delincuente, pero ahora los delincuentes son los que menos temen. ¿Cómo nos dimos esta vuelta de carnero? Recién acabo de poner una reja, de fierro, en la puerta del edificio donde vivo. Me resistí a hacerlo trece años, pero ahora que se robaron el medidor del agua y dejaron el chorro inundándolo todo no tuve más remedio que poner dicha reja que me hace parecer preso. ¿Será verdad que estoy preso sin haber cometido ningún delito? ¿Otra vez? Ayer vi a seis personas subirse sin pagar por la puerta de atrás de un bus colectivo. ¿No les dará vergüenza? Yo no me atrevería, de modo que parece que estoy destinado a desaparecer entre tanta barbaridad. Me sucede que a veces tengo unos ratitos desocupados y escribo en este blog donde las he vivido todas. Gracias, en todo caso, por leer hasta aquí, a lo mejor a ti te pasa lo mismo. ¿Qué hacemos? ¿Nos desaparecemos o luchamos por la supervivencia aunque tengamos que meternos por la puerta de atrás o aguantar una demanda por un quítame allá esas pajas? ¿Qué hacemos?

025.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces voy volando a bordo de un avión, a mucha altura, y descubro que apenas me he despegado de la tierra. Entonces me sucede que asumo la tremenda soberbia del hombre que, a pesar de su pequeñez, quiere erigirse como el gran señor de la creación y socava, depreda, mata y hiere al planeta en busca de riquezas que sólo tienen valor para él. Me sucede, entonces, que reparo en las noticias que dicen acerca de un mineral de oro, al que han dado en llamara “Pascua Lama”, y que ya ha sido autorizado por los organismos correspondientes para que empiecen las faenas de construcción y de nada han valido las voces de alerta de los ambientalistas que ven peligrar los pocos glaciares que van quedando y que son el preciado futuro para la supervivencia del planeta. Entonces me sucede que veo, una vez más, al hombre enceguecido por su afán de riquezas que sólo tienen valor para él. Me sucede, entonces, que comprendo la tristeza del zorro y del puma que no comprenden el por qué son empujados hacia terrenos donde van a morir y siento el desconcierto del águila que no sabe por qué ya no puede volar en el aire contaminado con azufres y otras demoníacas cosas que la ahogan, la debilitan y la matan. Entonces me sucede que quiero escapar, antes de que me destruyan a mí, pero no encuentro un lugar donde instalarme, con mi familia, y vivir fuera de peligro. Me sucede, entonces, que descubro, con horror, que el hombre ya está en todas partes.

domingo, 7 de febrero de 2016

ESTOY POR SALIR A TRABAJAR

Son las catorce horas. Estoy por salir a trabajar. Tenemos que rodar tres horas más o menos para llegar a destino. Sin embargo quiero ir porque me gusta mi trabajo. Me he pasado la vida haciéndolo y me sigue gustando. La gente me quiere y me doy cuenta. Me costó mucho decidirme a darme cuenta pero es la verdad. Los demás, que trabajan en lo mismo que yo, me tienen mucho respeto (si no todos, la mayoría) y me preguntan cosas y quieren aprender. Ellos están seguros que yo tengo las respuestas y parece que sí las tengo, por lo menos a la mayoría de ellas. Conversamos, nos reímos, vamos subiendo a trabajar en orden y nos felicitamos por la labor desempeñada. Los que no me quieren no están allí y no son los mejores. Jesús dijo: Por sus obras les conoceréis.

DIA

Escribo en mi blog y aprovecho de subir algunas entradas viejas. No he recibido correo de mi hija de Miami y eso me preocupa porque allí siempre hay algo para leer, ver, reír. Entonces me sucede que espero.
La vida me sucede y me siento bien. Descubro que desde hace algún tiempo, cuando mi cuenta en el Banco tiene números azules, me siento contento. Antes no era así porque nunca me interesó el dinero, trabajé una vida usando el sistema de trueque de modo que jamás me angustié, realmente, por las cosas materiales. Sin embargo ahora que estoy viejo me digo que la vida sería muy diferente si me hubiera ocupado de mi futuro. Me gustaría, por ejemplo, comprar una casa (mi esposa es mucho más joven que yo de modo que no me gustaría dejarla sin un techo para vivir, por lo menos) y este ejemplo termina por empañar lo lindo de estar vivo.
He vivido muchos años aprendiendo muchas cosas (las estoy olvidando) y espero el próximo día de salir a trabajar y entonces sentirme bien para hacer un trabajo bonito.

viernes, 5 de febrero de 2016

024.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces me siento muy enfermo, físicamente, como hoy y entonces creo que no tengo mucho más tiempo para estar aquí. ¿Dónde estoy? Estoy en un pueblo maravilloso llamado Llanquihue, junto al lago del mismo nombre, en el Sur de Chile. Entonces me sucede que me observo sin deseos de pasear por su ribera ni de disfrutar de este paradisíaco paisaje que ya se lo quisiera cualquiera. Me sucede, entonces, que me acuerdo de Sinalefo y le escribo y le cuento que tengo tristeza de no se qué y que eso me asusta. Entonces me sucede que examino mi cuerpo y veo que no está funcionando bien y no me gusta descubrir eso.

023.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces descubro que la noche se arrastra, lentamente, como lo hace la tarde. Entonces me sucede que escribo mi tarea después de haber contestado una enorme cantidad de correos y de haber dado mi conferencia de los miércoles. Me sucede, entonces, que reparo que en la mañana anduve por los Bancos intentando hacer que el dinero alcance para todo, pero jamás alcanza porque el todo nunca es igual y va aumentando así como el dinero entra. Entonces me sucede que recuerdo que anduve ocupándome de las imposiciones para mi jubilación que se aproxima y recuerdo a mi padre que se lo pasaba pensando en eso. Me sucede que a veces me doy cuenta que me estoy pareciendo demasiado a mi papá y me siento huérfano sin él. Entonces me sucede que me doy cuenta de que se murió no hace tanto tiempo y que nunca más lo voy a ver. Me sucede, entonces, que reparo en que mi mamá también murió, pero hace muchos años, y no la vi envejecer. Entonces me sucede que a veces, y muy a menudo, ya se pasó la noche y pronto va a amanecer. (Año 2005).