martes, 9 de febrero de 2016

025.- ME SUCEDE QUE A VECES

Me sucede que a veces voy volando a bordo de un avión, a mucha altura, y descubro que apenas me he despegado de la tierra. Entonces me sucede que asumo la tremenda soberbia del hombre que, a pesar de su pequeñez, quiere erigirse como el gran señor de la creación y socava, depreda, mata y hiere al planeta en busca de riquezas que sólo tienen valor para él. Me sucede, entonces, que reparo en las noticias que dicen acerca de un mineral de oro, al que han dado en llamara “Pascua Lama”, y que ya ha sido autorizado por los organismos correspondientes para que empiecen las faenas de construcción y de nada han valido las voces de alerta de los ambientalistas que ven peligrar los pocos glaciares que van quedando y que son el preciado futuro para la supervivencia del planeta. Entonces me sucede que veo, una vez más, al hombre enceguecido por su afán de riquezas que sólo tienen valor para él. Me sucede, entonces, que comprendo la tristeza del zorro y del puma que no comprenden el por qué son empujados hacia terrenos donde van a morir y siento el desconcierto del águila que no sabe por qué ya no puede volar en el aire contaminado con azufres y otras demoníacas cosas que la ahogan, la debilitan y la matan. Entonces me sucede que quiero escapar, antes de que me destruyan a mí, pero no encuentro un lugar donde instalarme, con mi familia, y vivir fuera de peligro. Me sucede, entonces, que descubro, con horror, que el hombre ya está en todas partes.