Me sucede que
a veces estoy rematadamente triste y entonces me sucede que siento que he
vivido demasiado, que el mundo cambió y no tengo nada que hacer aquí. Entonces
recibo un llamado telefónico desde un país lejano y me sucede que mi tristeza
se multiplica. Me sucede que me entero que un viejo amigo está enfermo de
Alzheimer y tiene Parkinson y que está refugiado en la casa de su ex esposa.
Entonces me sucede que recuerdo la enorme cantidad de veces que viajé a ese
país y me quedé en su casa donde recibí cariño con mayúscula. Me sucede que
creo que no es justo que eso le ocurra a un hombre bueno que trabajó, muy duro,
durante toda su vida para terminar así. No es justo. Entonces me sucede que me
parece que la vida es muy fea y no la quiero vivir.