Me sucede que a veces me quedo largo tiempo sin
trabajo y no tengo lugar para ir a desgranar mis inquietudes que se hacen verso
y poesía.
Y el mundo se me aparece como un monstruo de
hierro y de cemento y hay que pagar y pagar hasta por el viciado aire que
respiramos.
Y si no hay trabajo no hay dinero y si no hay
dinero no se puede pagar y si no se paga el mundo te tritura con unas horribles
tenazas hechas para destrozar al que no paga.
No hay justificación para no pagar hoy, porque
jamás se ha pensado en no pagar, pero hay que pagar hoy y si no lo haces hoy
serás anotado en un libro donde está la lista con los nombres de los que no
pagaron hoy.
No importa que sea la primera vez que se comete
el delito. Tu nombre quedará inscrito junto a los de los otros que nunca pagan
hoy y tú serás tan culpable como ellos y la sociedad te señalará con un dedo
acusador.
Entonces me sucede que igual me siento contento
porque puedo contarte de lo que me está pasando por estos días y tal vez te
esté pasando algo parecido. No puedo ser el único.
Me sucede, entonces, que me veo como todos y me
siento como todos y me alegro como todos.