Escribo en mi blog y aprovecho de subir algunas entradas viejas. No he recibido correo de mi hija de Miami y eso me preocupa porque allí siempre hay algo para leer, ver, reír. Entonces me sucede que espero.
La vida me sucede y me siento bien. Descubro que desde hace algún tiempo, cuando mi cuenta en el Banco tiene números azules, me siento contento. Antes no era así porque nunca me interesó el dinero, trabajé una vida usando el sistema de trueque de modo que jamás me angustié, realmente, por las cosas materiales. Sin embargo ahora que estoy viejo me digo que la vida sería muy diferente si me hubiera ocupado de mi futuro. Me gustaría, por ejemplo, comprar una casa (mi esposa es mucho más joven que yo de modo que no me gustaría dejarla sin un techo para vivir, por lo menos) y este ejemplo termina por empañar lo lindo de estar vivo.
He vivido muchos años aprendiendo muchas cosas (las estoy olvidando) y espero el próximo día de salir a trabajar y entonces sentirme bien para hacer un trabajo bonito.